Por el Dr. Domingo Pérez León, del Instituto Biológico de la Salud. www.institutobiologico.com
Investigadores de Irán y Croacia han analizado los efectos de la administración tanto de magnesio como de zinc en un grupo de personas que sufrían tanto una enfermedad cardiovascular como DM2 mediante un estudio aleatorio de doble ciego controlado por placebo. Se estudiaron tanto marcadores propios de la DM2 (como los niveles de insulina y de glucosa en ayunas) como marcadores propios de enfermedades cardiovasculares (como la proteína C reactiva o CRP y la concentración de grasas en sangre).
En el estudio, a la mitad de los participantes se le administró un placebo. A la otra mitad se le administraron 250 mg de óxido de magnesio y 150 mg de sulfato de zinc durante doce semanas.
El uso de suplementos tuvo como consecuencia una disminución significativa de los niveles de insulina y de glucosa en ayunas. El nivel de colesterol HDL aumentó en el grupo al que se administraron suplementos. Asimismo, se observó una relación entre la administración del magnesio y el zinc, y una reducción significativa en los niveles de CRP. También la capacidad antioxidante aumentó con el uso de suplementos.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el uso conjunto de suplementos de magnesio y de zinc puede resultar beneficioso para quienes sufren tanto de enfermedades cardiovasculares como de DM2. No obstante, señalaron que es necesario realizar más estudios para determinar que este curso de acción es seguro.
Por desgracia, el magnesio y el zinc son minerales difíciles de obtener a partir de los alimentos. Esto se debe en parte al empobrecimiento del suelo y en parte al “empobrecimiento” de la dieta. Muchas personas no consumen cantidades suficientes de verduras, gambas, fletán, frutos secos, semillas y granos. Todos estos alimentos son fuentes de magnesio. El zinc está presente fundamentalmente en las ostras. Un alimento que tampoco forma parte de la dieta diaria de la mayoría de la gente.
Por tanto, podría ser interesante que quienes sufren tanto de enfermedades cardiovasculares como de DM2, además de controlar lo que comen, se planteen consumir de forma adicional magnesio y zinc mediante suplementos de calidad y de fácil absorción.
